Licenciado
en Filosofía y Letras por la Universidad de Valencia, creó el Aula y
el Seminario de Teatro de dicha universidad y fue el fundador del grupo
"Teatro Fronterizo" en 1977, en Barcelona, para el que ha realizado la
dramaturgia y la dirección de numerosos montajes. Su labor como
investigador en torno a la narratividad y su relación con la
dramaturgia le ha llevado a escribir textos desde una perspectiva poco
convencional. Sin dejarse seducir por el éxito fácil, ha sido fiel a
los planteamientos del "Manifiesto del Teatro Fronterizo": explorar el
margen, el territorio poco frecuentado de la dramaturgia, los espacios
fronterizos y de riesgo, el teatro dentro del teatro, es decir, el
teatro como metáfora del mundo, y el metateatro, el teatro que habla
del teatro.
Sus
obras reflexionan sobre problemas humanos y estéticos, como la
vitalidad de lo épico y narrativo frente a la inercia de lo dramático,
el humor como puente hacia la trascendencia, lo histórico real y lo
mágico, el mito y la banalidad. Reconoce influencias del teatro de
Brecht, de Beckett y de autores latinoamericanos. Ha trabajado en
España y en Latinoamérica, particularmente en Colombia, ha dirigido
teatro en los dos continentes y ha enseñado dramaturgia en varios
países. Su labor como director y dramaturgo del Teatro Fronterizo se
encuadra dentro del movimiento de teatro independiente (Véase España:
Teatro). Fue de enorme importancia, por la variedad de los
planteamientos renovadores de sus montajes. Entre ellos están La leyenda de Gilgamesh (1977), La noche de Molly Bloom (1980), sobre un capítulo del Ulises, de James Joyce, interpretado por su compañera entonces, la actriz Magüi Mira; El gran teatro natural de Oklahoma (1982); Carta de la Maga a bebé Rocamadour, sobre Rayuela, de Julio Cortázar; Historias de tiempos revueltos; Informe sobre ciegos, sobre la novela Sobre héroes y tumbas, de Ernesto Sábato, interpretada por Manuel Carlos Lillo; Moby Dick,
sobre la novela de Melville, para el G.A.T., de Hospitalet. Además
montó obras de Cervantes, Lope de Rueda, Molière, Racine, Shakespeare,
Pirandello, Chéjov, Strindberg, Brecht, Brossa y Beckett, así como otras
dramaturgias propias sobre narraciones de Collazos y Beckett.
Sanchís es autor también de las obras Tú, no importa quién (1962), Midas (1963), Demasiado frío (1965), Prometeo no (1970), Algo así como Hamlet (1970), Testigo de poco (1973), Tendenciosa manipulación de "La Celestina" de Fernando de Rojas (1974), La Edad Media va a empezar (1976), Terror y miseria en el primer franquismo (1979), Ñaque o De piojos y actores
(su primer gran éxito, 1980, interpretado por el Teatro Fronterizo,
con los actores Manel Dueso y Luis Miguel Climent, dos de sus más
constantes colaboradores), Bajo el signo de Cáncer (1983), las adaptaciones de La vida es sueño y de Los cabellos de Absalón (Ay, Absalón), de Calderón, para José Luis Gómez en su etapa de director del Teatro Español de Madrid (1983), Conquistador o El retablo de El dorado (1984), Crímenes y locuras del traidor Lope de Aguirre (1986), ¡Ay, Carmela! (Elegía de una guerra civil)
(su pieza más famosa, escenificada por José Luis Gómez y Verónica
Forqué en 1987 con gran éxito de público, y llevada al cine por Carlos
Saura), Pervertimento y otras piezas para nada (1988), Los figurantes (1989), Perdida en los Apalaches (1990), Naufragios de Alvar Núñez (1991), Valeria y los pájaros (1992), El cerco de Leningrado (1994) y Marsal Marsal (1995). En El cerco de Leningrado,
dirigida por Omar Grasso para Nuria Espert y María Jesús Valdés,
Sanchís utiliza el recurso del teatro en el teatro, con dos mujeres que
deambulan por el ficticio Teatro del Fantasma en busca del texto que
da título a la obra, para hablar de la utopía revolucionaria y de la
lealtad a ideales caídos en desgracia tras el desmantelamiento del
telón de acero. En 1994 publicó Mísero Próspero y otras breverías.
El teatro de Sanchis Sinisterra, cuya labor autoral es paralela a su trabajo como dramaturgista,
se caracteriza por su alto nivel literario y su gran dominio de los
recursos escénicos y de la arquitectura teatral. Utiliza frecuentemente
la fórmula del teatro en el teatro y distintos modos de
distanciamiento, acudiendo al humor y a la emotividad del espectador,
al que trata como a un cómplice en el juego dramático. Da mucha
importancia a la investigación formal y conceptual, de modo que ésta
vertebra tanto el proceso de escritura dramatúrgica como el de la
puesta en escena. Es esencial en la actividad de Sanchis Sinisterra su
permanente búsqueda de un teatro crítico y alejado de los cauces
convencionales.
En
los años sesenta fue uno de los miembros de la Asociación
Independiente de Teatros Experimentales, en los que "se trataba de
establecer una estructura teatral coherente y duradera, ajena al
mecanicismo comercial -al mercantilismo- de la vida escénica
profesional, que diera al llamado 'teatro amateur' la posibilidad de
superar sus precarias condiciones de existencia y de llegar a ser,
además de un vehículo de cultura, un instrumento capaz de intervenir en
los procesos de transformación de la vida social". Ha sido
corresponsal de la revista Primer Acto en Valencia, director del Festival Iberoamericano de Cádiz en 1993 y profesor del Instituto de Teatro de Barcelona.
Tras
dirigir durante unos años en la capital catalana la sala Beckett,
fundada por él en 1989, y que ofrecía, entre otros aspectos, la
peculiaridad de presentar obras en castellano y en catalán y mantener un
taller de dramaturgia, Sanchis decidió instalarse en Madrid por sus
problemas de supervivencia en el medio catalanista promovido por la
política cultural de la Generalitat. Colaboró en un taller de
dramaturgia con autores jóvenes en Madrid, e impartió clases en la
Escuela de Letras. En 1990 le fue otorgado el Premio Nacional de Teatro,
y en 1991 el Premio Lorca. En 1999 estrenó El lector por horas,
en el Centro Dramático Nacional, interpretado por su hija, la actriz
Clara Sanchís, y el actor Juan Diego. El Teatro Arlequín de Madrid
estrenó en 2001 su obra La raya del pelo de Willian Holden.
En 2002 estrenó Terror y miseria en el primer franquismo,
obra muy influenciada por Bertolt Brecht que consta de nueve piezas de
géneros muy variados (alta comedia, sainete, etc.) sobre distintos
aspectos de la sociedad española entre 1939 y 1953. Por esta obra
Sinisterra ganó en 2004 el Premio Nacional de Literatura Dramática. Fue
nombrado director del teatro Metastasio en la Toscana (Italia) y fue
uno de los principales promotores del Foro Cultural Mundial. En 2005
estrenó Flechas del ángel del olvido, una crítica a las
"generaciones sin memoria, fáciles de manipular", en el Teatro de la
Abadía de Madrid, montaje que dirigió el propio Sinisterra. Ese mismo
año se estrenaron también en la capital española Claroscuros y el musical Misiles melódicos.
Fuente: Texto extraído de www.mcnbiografias.com
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